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2 mar 2019

Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma de 2019


La Santa Sede difundió este martes 26 de febrero el mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma de este 2019 titiulado “La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios”, en el que hace un llamado a la conversión mediante el ayuno, la oración y la limosna.
“Que nuestra Cuaresma suponga recorrer ese mismo camino, para llevar también la esperanza de Cristo a la creación, que ‘será liberada de la esclavitud de la corrupción para entrar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios’. No dejemos transcurrir en vano este tiempo favorable. Pidamos a Dios que nos ayude a emprender un camino de verdadera conversión. Abandonemos el egoísmo, la mirada fija en nosotros mismos, y dirijámonos a la Pascua de Jesús; hagámonos prójimos de nuestros hermanos y hermanas que pasan dificultades, compartiendo con ellos nuestros bienes espirituales y materiales”.
A continuación, el texto completo del mensaje del Papa Francisco:
“La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios”
Cada año, a través de la Madre Iglesia, Dios «concede a sus hijos anhelar, con el gozo de habernos purificado, la solemnidad de la Pascua, para que […] por la celebración de los misterios que nos dieron nueva vida, lleguemos a ser con plenitud hijos de Dios» (Prefacio I de Cuaresma). De este modo podemos caminar, de Pascua en Pascua, hacia el cumplimiento de aquella salvación que ya hemos recibido gracias al misterio pascual de Cristo: «Pues hemos sido salvados en esperanza» (Rm 8,24).
Este misterio de salvación, que ya obra en nosotros durante la vida terrena, es un proceso dinámico que incluye también a la historia y a toda la creación. San Pablo llega a decir: «La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios» (Rm8,19). Desde esta perspectiva querría sugerir algunos puntos de reflexión, que acompañen nuestro camino de conversión en la próxima Cuaresma.
1. La redención de la creación
La celebración del Triduo Pascual de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, culmen del año litúrgico, nos llama una y otra vez a vivir un itinerario de preparación, conscientes de que ser conformes a Cristo (cf. Rm 8,29) es un don inestimable de la misericordia de Dios.
 Si el hombre vive como hijo de Dios, si vive como persona redimida, que se deja llevar por el Espíritu Santo (cf. Rm 8,14), y sabe reconocer y poner en práctica la ley de Dios, comenzando por la que está inscrita en su corazón y en la naturaleza, beneficia también a la creación, cooperando en su redención.
Por esto, la creación —dice san Pablo— desea ardientemente que se manifiesten los hijos de Dios, es decir, que cuantos gozan de la gracia del misterio pascual de Jesús disfruten plenamente de sus frutos, destinados a alcanzar su maduración completa en la redención del mismo cuerpo humano. Cuando la caridad de Cristo transfigura la vida de los santos —espíritu, alma y cuerpo—, estos alaban a Dios y, con la oración, la contemplación y el arte hacen partícipes de ello también a las criaturas, como demuestra de forma admirable el “Cántico del hermano sol” de san Francisco de Asís (cf. Enc. Laudato si’, 87). Sin embargo, en este mundo la armonía generada por la redención está amenazada, hoy y siempre, por la fuerza negativa del pecado y de la muerte.
2. La fuerza destructiva del pecado
Efectivamente, cuando no vivimos como hijos de Dios, a menudo tenemos comportamientos destructivos hacia el prójimo y las demás criaturas —y también hacia nosotros mismos—, al considerar, más o menos conscientemente, que podemos usarlos como nos plazca.
Entonces, domina la intemperancia y eso lleva a un estilo de vida que viola los límites que nuestra condición humana y la naturaleza nos piden respetar, y se siguen los deseos incontrolados que en el libro de la Sabiduría se atribuyen a los impíos, o sea a quienes no tienen a Dios como punto de referencia de sus acciones, ni una esperanza para el futuro (cf. 2,1-11). Si no anhelamos continuamente la Pascua, si no vivimos en el horizonte de la Resurrección, está claro que la lógica del todo y ya, del tener cada vez más acaba por imponerse.
Como sabemos, la causa de todo mal es el pecado, que desde su aparición entre los hombres interrumpió la comunión con Dios, con los demás y con la creación, a la cual estamos vinculados ante todo mediante nuestro cuerpo.
El hecho de que se haya roto la comunión con Dios, también ha dañado la relación armoniosa de los seres humanos con el ambiente en el que están llamados a vivir, de manera que el jardín se ha transformado en un desierto (cf. Gn 3,17-18). Se trata del pecado que lleva al hombre a considerarse el dios de la creación, a sentirse su dueño absoluto y a no usarla para el fin deseado por el Creador, sino para su propio interés, en detrimento de las criaturas y de los demás.
Cuando se abandona la ley de Dios, la ley del amor, acaba triunfando la ley del más fuerte sobre el más débil. El pecado que anida en el corazón del hombre (cf. Mc 7,20-23) —y se manifiesta como avidez, afán por un bienestar desmedido, desinterés por el bien de los demás y a menudo también por el propio— lleva a la explotación de la creación, de las personas y del medio ambiente, según la codicia insaciable que considera todo deseo como un derecho y que antes o después acabará por destruir incluso a quien vive bajo su dominio.
3. La fuerza regeneradora del arrepentimiento y del perdón
Por esto, la creación tiene la irrefrenable necesidad de que se manifiesten los hijos de Dios, aquellos que se han convertido en una “nueva creación”: «Si alguno está en Cristo, es una criatura nueva. Lo viejo ha pasado, ha comenzado lo nuevo» (2 Co5,17). En efecto, manifestándose, también la creación puede “celebrar la Pascua”: abrirse a los cielos nuevos y a la tierra nueva (cf. Ap 21,1).
Y el camino hacia la Pascua nos llama precisamente a restaurar nuestro rostro y nuestro corazón de cristianos, mediante el arrepentimiento, la conversión y el perdón, para poder vivir toda la riqueza de la gracia del misterio pascual.
Esta “impaciencia”, esta expectación de la creación encontrará cumplimiento cuando se manifiesten los hijos de Dios, es decir cuando los cristianos y todos los hombres emprendan con decisión el “trabajo” que supone la conversión. Toda la creación está llamada a salir, junto con nosotros, «de la esclavitud de la corrupción para entrar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios» (Rm 8,21).
La Cuaresma es signo sacramental de esta conversión, es una llamada a los cristianos a encarnar más intensa y concretamente el misterio pascual en su vida personal, familiar y social, en particular, mediante el ayuno, la oración y la limosna.
Ayunar, o sea aprender a cambiar nuestra actitud con los demás y con las criaturas: de la tentación de “devorarlo” todo, para saciar nuestra avidez, a la capacidad de sufrir por amor, que puede colmar el vacío de nuestro corazón.
Orar para saber renunciar a la idolatría y a la autosuficiencia de nuestro yo, y declararnos necesitados del Señor y de su misericordia.
Dar limosna para salir de la necedad de vivir y acumularlo todo para nosotros mismos, creyendo que así nos aseguramos un futuro que no nos pertenece. Y volver a encontrar así la alegría del proyecto que Dios ha puesto en la creación y en nuestro corazón, es decir amarle, amar a nuestros hermanos y al mundo entero, y encontrar en este amor la verdadera felicidad.
Queridos hermanos y hermanas, la “Cuaresma” del Hijo de Dios fue un entrar en el desierto de la creación para hacer que volviese a ser aquel jardín de la comunión con Dios que era antes del pecado original (cf. Mc 1,12-13; Is 51,3).
Que nuestra Cuaresma suponga recorrer ese mismo camino, para llevar también la esperanza de Cristo a la creación, que «será liberada de la esclavitud de la corrupción para entrar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios» (Rm 8,21). No dejemos transcurrir en vano este tiempo favorable. Pidamos a Dios que nos ayude a emprender un camino de verdadera conversión.
Abandonemos el egoísmo, la mirada fija en nosotros mismos, y dirijámonos a la Pascua de Jesús; hagámonos prójimos de nuestros hermanos y hermanas que pasan dificultades, compartiendo con ellos nuestros bienes espirituales y materiales. Así, acogiendo en lo concreto de nuestra vida la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte, atraeremos su fuerza transformadora también sobre la creación.

21 ene 2019

“Hagan lo que Jesús les diga” el Papa Francisco.

En el Ángelus del domingo 20 de enero, el Papa Francisco, retomando al evangelista Juan, en el pasaje de las bodas de Caná, muestra cómo se estipula una Nueva Alianza y a los servidores del Señor, o sea a toda la Iglesia, se les confía la nueva misión: “Hagan lo que él les diga”.

“Señales”

A partir de este domingo, hemos dejado el tiempo litúrgico de Navidad y hemos comenzado el “ordinario”, que como lo dice el Papa, es el tiempo para seguir a Jesús en su vida pública y en la misión por la cual el Padre lo envió a este mundo.
Comenta el Papa Francisco que “En el Evangelio de hoy (cf. Jn 2, 1-11) encontramos el relato del primero de los milagros de Jesús, que el evangelista Juan llama “señales”. El primero de estos prodigiosos signos tiene lugar en el pueblo de Caná, en Galilea, durante una fiesta de bodas. No es casual que al comienzo de la vida pública de Jesús haya una ceremonia de boda, porque en Él Dios se ha casado con la humanidad”.

Intimidad nupcial

El Papa nos invita a contemplar cómo en Jesús, “Dios se ha casado con la humanidad: esta es la buena noticia, aunque los que lo han invitado aún no saben que en su mesa está sentado el Hijo de Dios y que el verdadero novio es Él. De hecho, todo el misterio del signo de Caná se basa en la presencia de este novio divino que comienza a revelarse”.
En este contexto, retoma el Papa, “Jesús se manifiesta como el novio del pueblo de Dios, anunciado por los profetas, y nos revela la profundidad de la relación que nos une a él: es una nueva Alianza de amor”.

La alegría del banquete

Nos advierte el Papa que “Al convertir en vino el agua de la tinaja utilizada “para la purificación ritual de los judíos” (v. 6), Jesús hace un signo elocuente: transforma la Ley de Moisés en el Evangelio, portador de alegría”.
La actitud de María debe ser nuestra actitud de Iglesia: confiada pero activa. Supone el milagro, pero también supone nuestra acción.
El Papa reflexiona: “Las palabras que María dirige a los sirvientes vienen a coronar el cuadro conyugal de Caná: “Lo que él te diga, hazlo” (v. 5). Incluso hoy, la Virgen María nos dice a todos: “Hagan lo que él les diga”. Estas palabras son una herencia valiosa que nuestra Madre nos ha dejado. Y los siervos obedecen en Caná. Jesús les dijo: “Llenen de agua esas tinajas”. Y las llenaron hasta el borde. Entonces les dijo: “Saquen ahora un poco y llévenselo al mayordomo”.
La respuesta es la sorpresa alegre: “has guardado el vino mejor hasta ahora”. (v. 10).
Francisco profundizó en esta reflexión y animó a todos a que cuando “el vino personal se nos termine”, busquemos a María. Ella será portadora de nuestra necesidad y nos dirá: “Hagan lo que Jesús les diga”. El camino para colmar nuestras necesidades es Jesús. Él nos dará la alegría del vino nuevo, de la vida nueva.

La misión de todo cristiano

En esta boda, afirma el Papa, “realmente se estipula una Nueva Alianza y a los servidores del Señor, o sea a toda la Iglesia, se les confía la nueva misión: “Hagan lo que él les diga”. Servir al Señor significa escuchar y practicar su palabra. Es la recomendación simple y esencial de la Madre de Jesús, es el programa de vida del cristiano”.

1 abr 2018

Homilía del Papa: “En esta Pascua, ¿y yo qué?”

Tras haber celebrado anoche en la Basílica Vaticana la Vigilia Pascual de la Noche Santa, esta mañana a las 10.00 el Papa Francisco presidió en la Plaza de San Pedro la Santa Misa del día de Pascua de Resurrección ante la presencia de miles de fieles y peregrinos llegados de numerosos países para vivir en la Ciudad Eterna la fiesta más grande de la cristiandad, junto a trescientos sacerdotes, ciento cincuenta obispos y veinticinco cardenales

María Fernanda Bernasconi – Ciudad del Vaticano
Tras la noche “del silencio ante la muerte del Señor”, de la oscuridad envuelta por el frío que la acompaña, un silencio en el que cada uno de nosotros “puede reconocerse, y que cala profundamente en las grietas del corazón del discípulo que ante la cruz permanece sin palabras” – tal como dijo el Papa Bergoglio anoche en su homilía de la Vigilia Pascual – llegamos hoy a la mañana de la Pascua en que contemplamos a Jesús vivo, cual núcleo del mensaje cristiano.
En su homilía  de esta mañana el Papa destacó la sorpresa de las mujeres que querían ungir el cuerpo del Señor. Porque nuestro Dios  – dijo – es el Dios de las sorpresas “y siempre hay una sorpresa detrás de la otra”.

El anuncio hecho sorpresa

 

“Y la sorpresa – añadió – es lo que nos conmueve el corazón”. La sorpresa es “un golpe bajo”, para decirlo con el lenguaje de los jóvenes. El primer anuncio: sorpresa. El segundo: la prisa, las mujeres corren. Las sorpresas de Dios nos ponen en camino inmediatamente, sin esperar.
Y así corren. Para ver. Y Pedro y Juan, corren.
Los pastores, en la noche de Navidad – recordó Francisco – corren para ver lo que habían anunciado los ángeles. Y la samaritana, corre. Esa gente corre, deja lo que está haciendo. También el ama de casa deja las patatas en la olla, y aunque las encuentre quemadas, corre para ver.

El Señor también tiene paciencia con quienes no van tan de prisa

 

“También hoy sucede en nuestros pueblos, en nuestros barrios – agregó el Obispo de Roma en su homilía pronunciada de modo espontáneo – que se corre para ir a ver. Así se dan las sorpresas, siempre, de prisa”. A la vez que destacó que en el Evangelio hay uno “que no quiere arriesgarse” y “se toma un poco de tiempo”: Tomás. A quien el Señor espera con amor. Es el que decía ‘creeré cuando vea’. Pero “el Señor también tiene paciencia con quienes no van tan de prisa”.
El anuncio: sorpresa. La respuesta: de prisa. Y el tercer punto – dijo el Pontífice –  es una pregunta: “¿Y yo qué? ¿Tengo el corazón abierto a las sorpresas de Dios? ¿Soy capaz de ir de prisa, o siempre con esa cantilena, veré mañana, mañana?... Para decir, igual, mañana… ¿Qué me dice a mí la sorpresa?”
Juan y Pedro fueron corriendo hacia el sepulcro, recordó el Papa. De Juan el Evangelio nos dice que creyó y también Pedro creyó. Su fe “era una fe un poco mezclada con el remordimiento por haber negado al Señor”...
“El anuncio hecho sorpresa – terminó diciendo Francisco en su homilía –.  ¿Y yo hoy en esta Pascua de 2018 qué?”.

Homilía del Papa Francisco en la Vigilia Pascual 31/03/2018 -


Esta celebración la hemos comenzado fuera... inmersos en la oscuridad de la noche y en el frío que la acompaña. Sentimos el peso del silencio ante la muerte del Señor, un silencio en el que cada uno de nosotros puede reconocerse y cala hondo en las hendiduras del corazón del discípulo que ante la cruz se queda sin palabras.Son las horas del discípulo enmudecido frente al dolor que genera la muerte de Jesús: ¿Qué decir ante tal situación? El discípulo que se queda sin palabras al tomar conciencia de sus reacciones durante las horas cruciales en la vida del Señor: frente a la injusticia que condenó al Maestro, los discípulos hicieron silencio; frente a las calumnias y al falso testimonio que sufrió el Maestro, los discípulos callaron. Durante las horas difíciles y dolorosas de la Pasión, los discípulos experimentaron de forma dramática su incapacidad de «jugársela» y de hablar en favor del Maestro. Es más, no lo conocían, se escondieron, se escaparon, callaron (cfr. Jn 18,25-27).
Es la noche del silencio del discípulo que se encuentra entumecido y paralizado, sin saber hacia dónde ir frente a tantas situaciones dolorosas que lo agobian y rodean. Es el discípulo de hoy, enmudecido ante una realidad que se le impone haciéndole sentir, y lo que es peor, creer que nada puede hacerse para revertir tantas injusticias que viven en su carne nuestros hermanos.
Es el discípulo atolondrado por estar inmerso en una rutina aplastante que le roba la memoria, silencia la esperanza y lo habitúa al «siempre se hizo así». Es el discípulo enmudecido que, abrumado, termina «normalizando» y acostumbrándose a la expresión de Caifás: «¿No les parece preferible que un solo hombre muera por el pueblo y no perezca la nación entera?» (Jn 11,50).
Y en medio de nuestros silencios, cuando callamos tan contundentemente, entonces las piedras empiezan a gritar (cf. Lc 19,40)[1] y a dejar espacio para el mayor anuncio que jamás la historia haya podido contener en su seno: «No está aquí ha resucitado» (Mt 28,6). La piedra del sepulcro gritó y en su grito anunció para todos un nuevo camino. Fue la creación la primera en hacerse eco del triunfo de la Vida sobre todas las formas que intentaron callar y enmudecer la alegría del evangelio. Fue la piedra del sepulcro la primera en saltar y a su manera entonar un canto de alabanza y admiración, de alegría y de esperanza al que todos somos invitados a tomar parte.
Y si ayer, con las mujeres contemplábamos «al que traspasaron» (Jn 19,36; cf. Za 12,10); hoy con ellas somos invitados a contemplar la tumba vacía y a escuchar las palabras del ángel: «no tengan miedo… ha resucitado» (Mt 28,5-6). Palabras que quieren tocar nuestras convicciones y certezas más hondas, nuestras formas de juzgar y enfrentar los acontecimientos que vivimos a diario; especialmente nuestra manera de relacionarnos con los demás. La tumba vacía quiere desafiar, movilizar, cuestionar, pero especialmente quiere animarnos a creer y a confiar que Dios «acontece» en cualquier situación, en cualquier persona, y que su luz puede llegar a los rincones menos esperados y más cerrados de la existencia. Resucitó de la muerte, resucitó del lugar del que nadie esperaba nada y nos espera —al igual que a las mujeres— para hacernos tomar parte de su obra salvadora. Este es el fundamento y la fuerza que tenemos los cristianos para poner nuestra vida y energía, nuestra inteligencia, afectos y voluntad en buscar, y especialmente en generar, caminos de dignidad. ¡No está aquí…ha resucitado! Es el anuncio que sostiene nuestra esperanza y la transforma en gestos concretos de caridad. ¡Cuánto necesitamos dejar que nuestra fragilidad sea ungida por esta experiencia, cuánto necesitamos que nuestra fe sea renovada, cuánto necesitamos que nuestros miopes horizontes se vean cuestionados y renovados por este anuncio! Él resucitó y con él resucita nuestra esperanza y creatividad para enfrentar los problemas presentes, porque sabemos que no vamos solos. Celebrar la Pascua, es volver a creer que Dios irrumpe y no deja de irrumpir en nuestras historias desafiando nuestros «conformantes» y paralizadores determinismos. Celebrar la Pascua es dejar que Jesús venza esa pusilánime actitud que tantas veces nos rodea e intenta sepultar todo tipo de esperanza.
La piedra del sepulcro tomó parte, las mujeres del evangelio tomaron parte, ahora la invitación va dirigida una vez más a ustedes y a mí: invitación a romper las rutinas, renovar nuestra vida, nuestras opciones y nuestra existencia. Una invitación que va dirigida allí donde estamos, en lo que hacemos y en lo que somos; con la «cuota de poder» que poseemos. ¿Queremos tomar parte de este anuncio de vida o seguiremos enmudecidos ante los acontecimientos?
¡No está aquí ha resucitado! Y te espera en Galilea, te invita a volver al tiempo y al lugar del primer amor y decirte: No tengas miedo, sígueme.


12 ene 2018

FRANCISCO AMIGO

Mary Mary wenul, Iorana Hoa, Francisco amigo tu pueblo ora Kamisaki wintata, Chile abre su corazón, al mensaje del padre que se hace vida en tu voz.



Letra: Francisco, Amigo Todo Chile está de fiesta celebrando tu venida A tu encuentro asistiremos porque es dialogo de vida, Te invitamos a una Minga donde se unan nuestras almas, Trabajando todos juntos en un canto de esperanza. Ten confianza que este pueblo junto a Cristo se levanta De la cordillera al mar, norte y sur ya están en marcha. Mary Mary wenul, Iorana Hoa, Francisco amigo tu pueblo ora Kamisaki wintata, Chile abre su corazón, al mensaje del padre que se hace vida en tu voz. Las regiones van camino a reunirse en tu palabra Que despierta, y que nos une en un himno de alabanza Porque el Padre está presente, y nuestra Iglesia no descansa, Porque Chile más que nunca necesita tu enseñanza. Ten confianza que mi patria, es tierra fértil, tierra santa Y que fruto de este encuentro brotará una nueva alianza. Mary Mary wenul, Iorana Hoa, Francisco amigo tu pueblo ora Kamisaki wintata, Chile abre su corazón, al mensaje del padre que se hace vida en tu voz. (“RAPEADO o HIP HOPEADO”): Cada uno de nosotros tiene algo de especial, y aunque somos diferentes Cristo nos recibe igual, con su ejemplo de justicia nos entrega una señal que abracemos al más débil es nuestro deber social. Porque tu y yo somos Iglesia peregrina no dejemos que el “maligno” nuestra vida nos defina, levantemos corazones, unamos nuestras manos, despertemos la conciencia y vivamos como hermanos. Mary Mary wenul, Iorana Hoa, Francisco amigo tu pueblo ora Kamisaki wintata, Chile abre su corazón, al mensaje del padre que se hace vida en tu voz. Mary Mary Wenul: Hola amigo (Mapudungun) Iorana Hoa: Hola amigo (Rapanui) Kamisaki wintata: ¿Cómo estás amigo? (Aymara)

11 ene 2018

FRANCISCO EN PERÚ

HERMOSAS CANCIONES PARA CANTAR Y CONOCER PERU...



Francisco en Chile Musica de Américo - Mi Paz Les Doy





Mensaje Papa Francisco previo a su visita a Chile #FranciscoenChile


"Voy hacia ustedes como peregrino de la alegría del Evangelio para compartir con todo la paz del Señor".

3 mar 2017

El ayuno verdadero es ayudar a a los demás !!!

03/03/2017 – El ayuno verdadero es socorrer al prójimo, el falso mezcla la religiosidad con las especulaciones sucias y los sobornos de la vanidad. Así se expresó el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta. Las lecturas del día se refieren al ayuno, es decir – explicó el Papa – “a la penitencia que estamos invitados a hacer en este tiempo de Cuaresma” para acercarnos al Señor. A Dios le agrada “el corazón penitente”, dice el Salmo, “el corazón que se siente pecador y que sabe que es pecador”.
En la primera lectura – tomada del Libro del Profeta Isaías – Dios reprocha la falsa religiosidad de los hipócritas que ayunan mientras se ocupan de sus propios negocios, oprimen a los obreros y se pelean “golpeando con puños inicuos”: por una parte hacen penitencia y, por otra, realizan injusticias, haciendo “negocios sucios”. En cambio, el Señor pide un ayuno verdadero, atento al prójimo:
“El otro es el ayuno ‘hipócrita’ – es la palabra que usa tanto Jesús –  es un ayuno para hacerse ver o para sentirse justo pero mientras tanto he hecho injusticias, no soy justo, exploto a la gente. ‘Pero yo soy generoso, haré una buena ofrenda a la Iglesia’… ‘Pero dime, ¿tú pagas lo justo a tus empleadas domésticas? ¿A tus empleados les pagas en negro? ¿O como dice la ley, para que puedan dar de comer a sus hijos?’”.
Francisco relató un hecho ocurrido inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial al padre jesuita Pedro Arrupe, cuando era misionero en Japón. Un rico hombre de negocios le entregó una donación para su actividad evangelizadora, pero con él estaban un fotógrafo y un periodista. El sobre contenía sólo diez dólares:
“Esto es lo mismo que nosotros hacemos cuando no pagamos lo justo a nuestra gente. Nosotros recibimos de nuestras penitencias, de nuestros gestos de oración, del ayuno, de la limosna, recibimos un soborno: el soborno de la vanidad, del hacernos ver. Y eso no es autenticidad, es hipocresía. Por eso cuando Jesús dice: ‘Cuando recen háganlo a escondidas, cuando den la limosna no hagan sonar la trompeta, cuando ayunen no se hagan los melancólicos’, es como si dijera: ‘Por favor, cuando hacen una obra buena no reciban un soborno de esta obra buena, es sólo para el Padre’”.
El Obispo de Roma citó asimismo al Profeta Isaías, quien relata que el Señor dice a los hipócritas cuál es el ayuno verdadero. Palabras que parecen dichas “para nuestros días”:
“‘¿Acaso no es más bien éste el ayuno que quiero: romper las cadenas inicuas, desatar los lazos del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda opresión? ¿‘Acaso no consiste en compartir el pan con el hambriento, hacer entrar en casa a los pobres,  a los sin techo, vestir a uno que ves desnudo sin descuidar a tus parientes?’. Pensemos en estas palabras, pensemos en nuestro corazón, en cómo ayunamos, rezamos y damos las limosnas. También nos ayudará pensar en lo que siente un hombre después de una cena que ha pagado 200 euros, por ejemplo, y regresa a su casa y ve a un hambriento y ni lo mira y sigue caminando. Nos hará bien pensar en esto”.
Fuente: News.va
Con el miércoles de ceniza comenzamos la Cuaresma, 40 días de preparación para la celebración de la Pascua. En este tiempo, la Iglesia nos invita a vivir con especial intensidad el ayuno, la oración y la caridad.
El ayuno tiene como objetivo vaciar nuestro corazón para llenarlo de algo mas valioso. Es una necesaria limpieza del alma para darle lugar a la grandeza para la que Dios nos ha creado.
Ayuna de juzgar a otros; descubre a Cristo que vive en ellos.
Ayuna de palabras hirientes; llénate de frases sanadoras.
Ayuna de descontento; llénate de gratitud.
Ayuna de enojos; llénate de paciencia.
Ayuna de pesimismo; llénate de esperanza cristiana.
Ayuna de preocupaciones; llénate de confianza en Dios.
Ayuna de quejarte; llénate de aprecio por la maravilla que es la vida.
Ayuna de las presiones que no cesan; llénate de una oración que no cesa.
Ayuna de amargura; llénate de perdón.
Ayuna de darte importancia a ti mismo; llénate de compasión por los demás.
Ayuna de ansiedad sobre tus cosas; comprométete en la propagación del Reino.
Ayuna de desaliento; llénate del entusiasmo de la fe.
Ayuna de pensamientos mundanos; llénate de las verdades que fundamentan la santidad.
Ayuna de todo lo que te separe de Jesús; llénate de todo lo que a El te acerque.

15 feb 2017

María no protagonizó nada, “discipuleó” toda su vida.



Palabras del  Papa Francisco en el  Santuario del Quinche-Ecuador el 8 de junio de 2015....

(...)pensaba en María. Dos palabras de María, acá me está fallando la memoria pero no sé si dijo alguna otra ¿eh? Hágase en mí, bueno sí, pidió explicaciones, de que porqué la elegían a ella al ángel ahí, ese hágase en mí. Y otra palabra, hagan lo que él les diga. María no protagonizó nada, “discipuleó” toda su vida. La primera discípula de su Hijo y tenía consciencia de que todo lo que ella había traído al mundo era pura gratuidad de Dios, consciencia de gratuidad. Por eso, hágase, hagan que se manifieste la gratuidad de Dios, religiosos, religiosas sacerdotes, seminaristas, todos los días vuelvan, hagan ese camino de retorno hacia la gratuidad con que Dios los eligió. Ustedes no pagaron entrada, para entrar al seminario, para entrar a la vida religiosa. No se lo merecieron. Si algún religioso, sacerdote o seminarista o monja que hay aquí cree que se lo mereció que levante la mano. Todo gratuito. Y toda la vida de un religioso, de una religiosa, de un sacerdote y de un seminarista que va por ese camino y bueno, ya que estamos digamos, y de los obispos, tiene que ir por este camino de la gratuidad, volver todos los días Señor hoy hice esto, me salió bien esto, tuve esta dificultad, todo esto, pero todo viene de Dios, todo es gratis. Esa gratuidad, somos objeto de gratuidad de Dios. Si olvidamos esto lentamente nos vamos haciendo importantes, y mirá vos ¿eh? qué obras que está haciendo o mirá vos a este, lo hicieron obispo de tal lugar, qué importante, o a este lo hicieron monseñor o a este... y ahí lentamente nos vamos apartando de esto que es la base, de lo que María nunca se apartó, la gratuidad de Dios. Un consejo de hermano, todos los días, en la noche quizás es lo mejor, antes de irse a dormir, una mirada a Jesús y decirle: “Todo me lo diste gratis” Y volverse a situar, entonces cuando me cambian de destino o cuando hay una dificultad no pataleo porque todo es gratis no merezco nada, eso hizo María( ....)

sigueeeee.......

24 dic 2015

“Tres lugares” de la vida diaria para celebrar mejor la Navidad, según el Papa Francisco:


“Estamos llamados a detenernos en los ‘lugares’ del estupor. ¿Y cuáles son estos lugares del estupor en la vida cotidiana? Son tres. 
El primer lugar es el otro, en el cual reconocer a un hermano, porque desde que se produjo el Nacimiento de Jesús, cada rostro lleva impresas las semblanzas del Hijo de Dios...
Otro lugar del estupor en el que, si miramos con fe, experimentamos precisamente el estupor es la historia. Tantas veces creemos que la vemos por el lado justo, y en cambio corremos el riesgo de leerla al revés.
Un tercer lugar del estupor es la Iglesia: mirarla con el estupor de la fe significa no limitarse a considerarla sólo como una institución religiosa, sino sentirla como una Madre que, aun entre manchas y arrugas – ¡tenemos tantas! – deja translucir los lineamientos de la Esposa amada y purificada por Cristo Señor... Una Iglesia que sabe reconocer los muchos signos de amor fiel que Dios le envía continuamente…”
20 Dic. 2015.

8 nov 2015

¿porque sufren los niños? Papa Francisco ...no te lo pierdas !!!!


¡Gracias por compadecerte de mi! this frase la DIJO La Niña Llamada Mirian Que esta En un campo de Refugiados !!! no resuena te?


                                               esta un esta en todos los idiomas !!!!

27 oct 2015

¿ Te estas dejando Misericordiar por Jesus ?


"Déjate misericordiar" "Invita a las personas que se llenan de culpas y escrúpulos a dejarse perdonar y envolver por la ternura del Padre Dios".





No sólo tiene que ver con la misericordia, que en él más que una palabra es un sentimiento, sino que tiene directamente que ver con su lema, [elegido por misericordia]"Miserando atque eligendo",el lema se refiere a la elección que hizo Jesús de Mateo, un cobrador de impuestos, y se traduce como "lo miró con misericordia y lo eligió" o "amándolo lo eligió"..
Vuelvo a recordar  notas y un párrafo de su discurso del 17 de abril. “Dejémonos abrazar por la misericordia de Dios, confiemos en su paciencia que siempre nos da tiempo, tengamos el coraje de regresar a su casa, de vivir en las heridas de su amor , dejándonos amar por El, de encontrar su misericordia en los sacramentos. Sentiremos así su ternura, tan bella, sentiremos su abrazo y seremos nosotros también capaces de misericordia, de paciencia, de perdón”.


27 jul 2015

VOCABULARIO DEL PAPA FRANCISCO: HAGAN LIO

4. “Hagan lío”, porque la Buena Noticia no es silenciosa…


“Hacer lío” es una expresión común en boca de los argentinos. “Hacen lío” los niños cuando gritan, los hinchas cuando celebran un triunfo, los adolescentes lo hacen de buena gana en sus dormitorios ignorando los auriculares. “Hacen lío” los estudiantes cuando festejan que se recibieron, pero también “hacen lío” las manifestaciones que convierten en un infierno la ciudad de Buenos Aires, bloqueando las calles para protestar; o los que quieren hacerse escuchar a toda costa, a veces con el típico bombo que el mismo Papa hizo entrar a la audiencia con los jugadores de fútbol argentinos, provocando no poco revuelo en el protocolo vaticano. “Hacer lío”, entonces, es un término corriente, que el Papa utilizó en su diálogo con los jóvenes en Río de Janeiro. Pero lo hizo de una manera peculiar. “Quisiera decir una cosa. ¿Qué es lo que espero como consecuencia  de la  Jornada de la Juventud? Espero lío. (…) quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera, quiero que la Iglesia salga a la calle (…)”.
Quiere que haya lío, alboroto, ruido, movimiento, que los jóvenes reclamen espacio en la sociedad, y por qué no, también en la Iglesia. Las iglesias están apagadas –parece decir el Papa argentino- cuando los cristianos no “hacen lío” , cuando los sacerdotes no salen al encuentro de las “ovejas” que le han sido confiadas. Y la existencia misma no tiene la sal de la buena masa de evangélica memoria.
La idea de que la Casa de Dios debe abrir sus puertas no es nueva. Es tan vieja como el cristianismo. El “hagan lío” de Francisco es para que las puertas de las iglesias estén siempre abiertas de par en par y puedan dar refugio a la humanidad dolorida del pueblo de Dios en camino por el mundo. Pero también para que desde adentro del lugar de culto se pueda salir para llevar al mundo, a todos, el tesoro que custodia.
“Hagan lío”, no se queden callados, repitió cuando volvió a Roma, ya dentro de los muros vaticanos. La Buena Noticia no es silenciosa. Nos está pidiendo que no nos quedemos callados. No lo estuvo Jesús cuando echó a los mercaderes del templo o cuando querían lapidar a la adúltera. “Háganse escuchar”, es otra forma de referirse a lo mismo. Un protagonismo, un hacerse ver, pero con algo positivo adentro. Y que no involucra solamente a la Iglesia.
En un clima de enfrentamiento político que se creía superado desde hace décadas en la sociedad argentina, donde incluso familias, amigos y colegan han dejado de hablarse o frecuentarse solamente por diferencias de opinión política, donde empezando por los políticos hay muchos que quieren sacarse una foto con “Francisco” y hasta los enemigos de un tiempo hoy son –realmente es el caso de decirlo-, “más papistas que el Papa”, se ha empezado a escuchar, después de la Jornada Mundial de la Juventud, que es necesario “hacer lío”, pero en un sentido nuevo, así como lo entiende el Papa.
Lo que asombra es que todos, absolutamente todos, más allá de la inevitable instrumentalización política, están seguros de haber comprendido, precisamente por la fuerza y la expresividad de la frase, qué significa ese “positivo”. “Lo dijo el Papa”, agregan. Y por lo tanto está claro.
Por eso la expresión está cambiando de sentido. Es más, ya lo hizo. Más que cambiar, podemos decir que el Papa Francisco la ha “transfigurado”. Es evidente que no se trata solo de un tema para filólogos o semiólogos. No. Como cualquier transfiguración que sigue ocurriendo, hace ver bajo una nueva luz, ha re-creado, lo que ya estaba. Y lo ha vuelto a poner en marcha.
– © TERRE D’AMERICA
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JESUS TE ABRAZA (PARA CATEQUISTAS)

LES PROPONGO LEER EL DIARIO  Y LES COMPARTO LA NOTA 

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   Jesús te abraza

El “Jesús te abraza” llegó a los brazos del Papa Francisco

Seis catequistas con una gran vocación de servicio, se lanzaron a esta “pequeña locura de amor”: un micro emprendimiento evangelizador para que Jesús llegue al corazón de los niños.


 Rosana Triunfetti
REDACCIÓN PERIÓDICO ENCUENTRO
 El 23 de abril último, en Roma, el papa Francisco recibió una pequeña figura llamada “Jesús te abraza” de manos de la profesora María Emilia (31), hija, desde el bautismo, de la Parroquia de Don Bosco y Santo Domingo Savio de la ciudad de Córdoba. En esta comunidad conoció al “Jesús te abraza” en la misa de niños, y en la actualidad lo incorporó como recurso en la educación formal de los colegios parroquiales donde trabaja. Silvia, Gabriela, Roxana, Cristina, Devora y Silvia, catequistas de la comunidad salesiana de Don Bosco, enviaron junto a este Jesús una carta al papa Francisco.
“Querido papa Francisco: Tenemos un ‘Jesús que abraza’, es un muñeco, por llamarlo de alguna manera, aunque a nosotras no nos gusta llamarlo así. Tiene brazos muy largos y a los chicos, y no tan chicos, les encanta dejarse abrazar por él. Cada domingo los niños se los quieren llevar, pero nosotras le decimos que Jesús tiene que abrazar también a otros niños… Así nace el ‘Jesús te abraza’ que ha llegado a Usted”, dice la carta.
El “Jesús te abraza” tiene que ver con estas catequistas que primero se sintieron abrazadas por Jesús y, luego, llevaron adelante este micro emprendimiento evangelizador.

La alfombrita
“¿¡Padre!? Si pudiera ver las caritas de los niños en la alfombrita de los domingos cuando Jesús los abraza! Y la de los papis?… Ellos dicen que pudieron volver a misa”, agrega la carta dirigida al Santo Padre.
El “Jesús que abraza” nació en un espacio pensado para contener a los niños cerca del altar, mientras se celebra la misa, y no dejarlos dando vueltas o fuera de la celebración. Las catequistas SilviaGarro y Silvia Flores, apoyadas por el párroco Javier Boneschi S.J, pusieron en oración el deseo de trasformar esta realidad, en un espacio cercano a los niños
“Pusimos una alfombrita cerca del altar, y el espíritu comenzó a obrar”. Uno de los niños llevaba a misa un muñeco del hombre araña que lo acompañaba para ir a dormir. “Entonces -cuenta Silvia Garro, quien representa ‘Beni’ la oveja pérdida, un títere que ayuda a que la gente entienda el evangelio del domingo-, si hacemos Jesuses que abracen para que los niños se vallan a dormir con Jesús?”…

Jesús te abraza

Y cada domingo eran cada vez más los niños que se acercaban porque en la “alfombrita” encontraban: dibujos para pintar con el Evangelio del Domingo, crayones, instrumentos musicales, y otros elementos que nos ayudaban a “catequizar”, como por ejemplo, el corazón de Jesús que les hace la señal de la cruz… un Jesusito chiquito, bebé, que les entregamos en el momento que de la comunión, “ellos juntan sus manos y reciben a ese Jesús al que le pueden dar un beso”.
Más tarde se sumó Roxana, una mamá que con mucha generosidad hace “pururú” todos los domingos. Y la celebración se convirtió en una fiesta de la familia, donde algunos padres ayudan a contener a los chicos.
Dice Silvia Garro: “Pensamos que cuando esos niños crezcan, podrían recordar la fiesta de la misa por el aroma a pururú y llegaría Jesús para abrazarlos”.
Brazos largos para abrazar
El grupo se reúne un día a la semana para armarlos, ya que es un trabajo artesanal, el “muñeco” tiene unos 50 centímetros de largo, túnica, pelos de lana marrón oscuro, los detalles de ojos, boca y nariz son cosidos a mano para que transmitan calidez en el rostro, y en manos y pies el dibujo de unos pequeños corazones como si fueran las llagas de Jesús. La mayoría de los materiales lo compran y otros los reciben de donaciones.
Estas figuras tienen unos brazos largos que permitan abrazar niños y grandes. “Y así nació esta gran locura, -dice la carta que escribieron al Papa-, este Jesús que abraza, que ahora tiene en sus manos es para que cada noche de su vida, lo abrace y lo mime mucho, padre querido”.
Ya hay muchas historias de este Jesús especial, Belén tiene siete años y lo lleva a la clase de catequesis del colegio para que pasee y comparta con sus amigos.
“Le hicimos una hamaca –cuenta Belén- entre dos sillas para que Jesús juegue con nosotros”. En los colegios parroquiales Cristo Obrero y Remedio de Escalada de San Martín (Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Villa Carlos Paz), lo integraron en la educación formal desde el Departamento de Pastoral.
María Emilia –la que lo llevó a Roma- recuerda: “He sido testigo de gestos y expresiones hermosas de parte de los chicos, una vez un alumno me lo pidió para ir a abrazar a su hermanito que estaba en la panza, y su mamá estuvo toda la celebración de la Palabra con el Jesús te abraza”. Algunos niños lo abrazan para no tener miedo cuando se van a dormir, para jugar, comer, pasear y estudiar.
Las gestoras Del emprendimiento ahora sueñan con hacer llegar a todos los niños del planeta este Jesús que abraza . “Mientras los hacemos intentamos que sean siempre rezados”; y por eso son cada vez más los pedidos de la gente por tenerlos y se viene en camino “María te abraza”.

¿Cómo fue dejarle al Papa Francisco “Jesús te abraza”?
Cuando Silvia me pidió que le llevara el Jesús al papa Francisco yo no imaginé que iba a poder entregárselo tal como sucedió. Fue un regalo del Cielo. Conseguimos una invitación a la Audiencia General del miércoles 23 de abril. En Roma, nos recibió Monseñor Karcher, a quien le entregamos todas las cartas que llevábamos al papa Francisco; pero decidí dejarme el “Jesús te abraza”, pensando que, tal vez podía, llamar la atención del Papa. Después de algunos contratiempos, pudimos encontrarnos con él, de una manera inusual, porque quedamos fuera del corralito. Mientras el papa Francisco fue saludando a las personas que estaban adelante mío, pude observar personalmente sus gestos de cercanía, de Pastor, sencillos y profundos con cada uno. Aún en la multitud, el Papa se encuentra con cada uno, te atiende, te escucha, como si estuvieras a solas. Lo que nos emociona por los medios, en la realidad se recibe como caricia verdadera.
Cuando llegó mi turno, me sentí recibida por él a través de su mirada sonriente y limpia. Me tomó con su mano, le conté que era de Córdoba y que le llevaba de regalo un “Jesús que abraza”, que lo teníamos como recurso en la parroquia y en el colegio para trabajar con los niños, y que había sido de mucha ayuda para que los chicos sientan que Jesús los ama y siempre los acompaña. Lo que le compartí y regalé fue lo que hoy es mi vida, mi trabajo pastoral, la búsqueda constante de nuevas formas de evangelizar, el abrazo y oración de cada uno de los niños y grandes que se identifican con ese Jesús. Mientras le contaba no podía quitar mis ojos de su mirada, después, viendo las fotos me di cuenta que él sostenía al Jesús con sus manos, pero yo no lo recuerdo. Me agradeció y luego lo abracé y le dije que lo quería mucho y que rezábamos por él”.

Como conseguirlo
Los interesados en adquirirlo pueden contactarse al:
 Silvia Cassi – Cel.: (351) 5998341  Fijo: (0351) – 4856050
Silvia Garro – Cel.: (351) 8120672 Fijo: (0351) – 4842709
Facebook: Jesús te abraza

22 jul 2015

VOCABULARIO DEL PAPA FRANCISCO: MISERICORDIANDO...

8 “Misericordiando”. por Jorge Milia


No hace siquiera dos meses, en Santa Marta, en un salón austero, mientras yo me reponía del shock del encuentro con el amigo, él me tomaba bel pelo bromeando sobre estas repetidas crónicas sobre sus neologismos:
- ¿Quién podía decirme, hace cincuenta años, que el más revoltoso de mis alumnos iba a escribir en “L’Osservatore Romano”? De haberlo sabido, en una de esas, no te mandaba a rendir examen…
Él será el Papa pero me habría mirado extrañado si no le replicara, así que le dije:
- ¿Quién podía decirme, hace cincuenta años, que iba a ser recibido por un Papa “Neologista”, que reinventa el latín, el español, el italiano…
Lo bueno del encuentro es reírse juntos. Yo sabía que el tiempo, aunque fuera una hora, sería corto y posiblemente no alcanzaría ni para la décima parte de lo que pretendía preguntarle, pero no estaba dispuesto a irme sin cosechar algunos “bergoglismos” para agregar a esta serie escrita para el blog Terre d’America y publicada en el  periódico vaticano “L’Osservatore Romano”.
Hay uno, posiblemente el más querido para él, “misericordiando”, que escapa al lunfardo porteño porque es de su autoría y no sólo tiene que ver con la misericordia, que en él más que una palabra es un sentimiento, y también está en relación a su lema: “miserando atque eligendo”.
Yo había guardado dos párrafos de él en relación al tema: “El mensaje de Jesús es ese: la misericordia. Para mi, y lo digo humildemente, es el mensaje más fuerte del Señor: la miericordia”, algo que había dicho pocos días después de su elección en la parroquia de Sant’Anna.
Una explicación sobre misericordiando ya la había dado al P. Antonio Spadaro S.I., director de “La Civiltà Cattolica” en el extenso reportaje que publicara unos días antes, pero uno siempre intenta encontrar algo más y a veces es útil seguir haciendo preguntas…
- ¿Por qué misericordiando? La gente no lo entiende mucho, pero le gusta.
- El gerundio latino miserando es intraducible en italiano y en español. A mí se me ocurrió traducirlo con otro gerundio que no existe: Misericordiando.
- Un buen invento. Mejor dicho, un neologismo papal. También porque en italiano y español el “miserando” suena más a miseria que a misericordia… que nada tienen que ver, que son opuestas.
- Puede ser.
- Además vos siempre anduviste enredado con la misericordia.
- Soy un pecador en el que el Señor ha puesto los ojos.- Me contestó con gran humildad, así como hiciera frente a los Cardenales.
- “Miserando atque eligendo”. Algo así me explicaste de tu lema cuando te hicieron Cardenal. Elegido por misericordia…
- Eso mismo. Lo creo, lo vivo.
Vuelvo a recordar mis notas y un párrafo de su discurso del 17 de abril. “Dejémonos abrazar por la misericordia de Dios, confiemos en su paciencia que siempre nos da tiempo, tengamos el coraje de regresar a su casa, de vivir en las heridas de su amor , dejándonos amar por El, de encontrar su misericordia en los sacramentos. Sentiremos así su ternura, tan bella, sentiremos su abrazo y seremos nosotros también capaces de misericordia, de paciencia, de perdón”.
Se ha hecho un silencio entre nosotros. Lo miro serio y le pregunto como si lo hiciera sobre un tema complejo:
- ¿Cuánto tiempo crees que pasará antes de que “misericordiando” sea incorporada a las palabras cruzadas? Catorce horizontal, neologismo papal, quince letras…